HISTORIA

RECUERDOS DE INOCENCIA

Recuerdo sobre principio de los 90, a unos chiquillos que levantaban una palma del suelo y llevaban toallas simulando un costal bajo el brazo, con una faja reliá a la cintura, una caja de cartón embellecida con flores de papel, unas velas simulando hachones, unos retales como faldones y una cruz triunfante sobre un monte de claveles de papel, ¡vámonos al cielo!, jajajaja, era un ruiseñor con esa voz de pito queriendo ser mayor. Estos son los niños de mi barrio “LA CORZA”, los que han nacido en las casas de al lado a la mía, me hacían recordar esa infancia cuando jugábamos a lo mismo a ser COSTALEROS de nuestra Sevilla.
Pero con el paso del tiempo, estos niños van creciendo y con ellos sigue esa pasión por la trabajadera, por las cofradías, por un tambor, por una corneta, por la bulla en una esquina, por las tardes de pasión en cualquier esquina de Sevilla y siguen como una piña alrededor de su paso de barrio.
Con el apoyo de sus madres por encima de todo, como no podía ser de otra manera, consiguen hacerse de una parihuela de cuatro trabajaderas y manos a la obra, como si fueran verdaderos artistas de la madera lo dejan flamante y a lucirse por las calles de su barrio. Pero ahí nos tenían, pendiente de ellos y del esfuerzo que habían realizado.
Llegan un buen día, con la ilusión de sacar una imagen a la calle, me reí..... pero tal fue mi sorpresa cuando me enseñan un busto, un busto que habían comprado y en ese momento no fuimos capaces de decir que no y desilusionar esas miradas brillantes llenas de vida y de ilusión. Cada uno puso su granito y entre todos sacamos por las calles de nuestro barrio la primera imagen de NTRO. PADRE JESÚS DEL PERDÓN, tal fue la expectación que levantó, que a partir de entonces, se empezó a fraguar lo que hoy día existe como ASOCIACIÓN CULTURAL “EL PERDÓN” que tomó cuerpo social a finales de 1996.